Beneficios de la figura del coordinador parental
La figura del coordinador parental emerge como un recurso valioso para abordar las diferencias en los estilos educativos que puedan surgir entre los progenitores, especialmente en el contexto de la custodia compartida post ruptura. Aunque la voluntad de ambos padres por colaborar es esencial, en ocasiones, se requiere la intervención de un especialista en coordinación de parentalidad para garantizar una transición efectiva y armoniosa para el bienestar del hijo menor.
Es fundamental reconocer que la implementación de la custodia compartida no implica automáticamente una organización adecuada de la distribución del tiempo de convivencia de los hijos con cada progenitor, ni la clara definición de las obligaciones alimenticias o asistenciales. Para asegurar un ambiente estable y favorable para el desarrollo del menor, es crucial establecer acuerdos claros y consensuados respecto a estos aspectos fundamentales.
En situaciones en las que surgen desacuerdos en la ejecución efectiva de la custodia compartida, se establece la posibilidad de recurrir a un coordinador de parentalidad. Este recurso se activa en interés del hijo menor y puede ser solicitado por cualquiera de las partes a través de la incoación de un expediente de jurisdicción voluntaria. El coordinador de parentalidad, designado entre peritos especialistas acreditados ante el Centro de Mediación de Derecho Privado de la Generalitat de Catalunya o el Colegio de Psicólogos, posee amplias facultades para interactuar con ambos progenitores y sus abogados.
La función primordial del coordinador parental es facilitar la elaboración de un plan de parentalidad consensuado. Este plan tiene como objetivo asegurar el ejercicio conjunto de la potestad parental, mitigar conflictos y propiciar el desarrollo normal del régimen de custodia compartida. La intervención del coordinador parental se lleva a cabo mediante entrevistas y evaluaciones cuidadosas, permitiendo abordar de manera específica las necesidades del menor y las dinámicas familiares.
Una vez concluida la intervención, el coordinador parental presenta un informe de seguimiento al juzgado en un plazo de seis meses desde el inicio de su participación. Este informe proporciona una evaluación detallada del progreso, destacando los logros alcanzados y ofreciendo recomendaciones para mantener la estabilidad y el bienestar continuo del hijo menor. En última instancia, la figura del coordinador parental se erige como un medio eficaz para superar desafíos en la implementación de la custodia compartida, priorizando siempre el interés superior del menor y fomentando un entorno familiar saludable y cooperativo.